Por Pegaso
En la película Kung Fusión (Kung Fu Hustle, por su título original. Producción china estrenada en 2004. Director: Stephen Chow. Protagonistas: Stephen Chow, Yuen Wah, Yuen Qiu y Kwok Kuen Chan), la “Pandilla del Hacha” controla todo en aquel país: Policía, instituciones, Congreso, todo.
Pero resulta que hay un grupo de inadaptados que se oponen a su dominio. Ellos viven en “El Callejón de la Pocilga”, cada quien con habilidades diferentes.
Al verse amenazados, el jefe de la pandilla manda sacar del manicomio a un terrible maniático y asesino llamado “La Bestia”, quien empieza a demostrar su poderío ante sus adversarios.
“La Bestia”, señores, es el mejor de todos. La “Pandilla del Hacha” saluda a “La Bestia”. “Es un honor estar con “La Bestia”,-decían.
Poco a poco “La Bestia” derrota a todos los luchadores, incluyendo a “Romeo Kung”, un antiguo contrincante quien, junto a su esposa “Julieta Fu”, deciden hacerle frente.
Quedan solos “La Bestia” y “Julieta Fu”. El primero está a punto de acabar con ella, sin embargo, ésta guarda para el último su arma secreta: “El Rugido del León”.
Al siguiente ataque de “La Bestia”, “Julieta Fu” infla sus pulmones al máximo y lo manda a volar lejos, quedando muy debilitado.
Una jugarreta de “La Bestia” y logra hacer caer a “Julieta Fu”, pero la mujer toma una campana de metal que parece una flor invertida, corta la parte superior y se dispone a inflar aún más su voluminoso pecho para potenciar la energía del “Rugido de León” y así, acabar con “La Bestia”, quien finalmente se rinde.
Si hasta aquí mis dos o tres lectores han pensado que con esta narración quiero referirme a lo que pasa en el país, donde el Pejidente se cree todopoderoso, cobijado por “La Pandilla del Ha…”, perdón, por MORENA, están muy equivocados.
Tampoco resulta ser una analogía que una mujer lo haya derrotado (me refiero, por supuesto, a “La Bestia”) con una campana en forma de flor (flor, en náhuatl se dice xóchitl). ¡No! ¡ Aparten de su cabeza ese pensamiento!
Solo quise recordar esa bizarra película que tiene mucha acción, muchas escenas absurdas y divertidas y una buena moraleja: No hay que meterse nunca con las mujeres.
De hecho, la historia ha demostrado que las mujeres siempre tienen la razón, aunque estén equivocadas.
La mejor forma de triunfar sobre una mujer es retirarse a tiempo.
Una discusión entre un hombre y una mujer, siempre de los siempres la va a ganar la mujer.
En cierta ocasión, en un grupo de chat de WhatsApp, me puse a discutir sobre cierto tema con mi amiga Linux.
Sabía que yo llevaba las de perder, aunque la verdad me asistía.
No quise seguir adelante, simplemente le di la razón y ahí quedó la cosa. Si hubiera seguido, seguramente hubiera barrido y trapeado conmigo.
Esa es la condición de las mujeres. Nunca te metas con ellas, porque si les ganas, te vas a ver mal, y si te ganan, te verás peor.
Mejor vean la película “Kung Fusión”. Está muy divertida. La encuentran de manera gratuita en Internet. Es más, si abren el link, podrán disfrutarla íntegra.
Nos quedamos con el refrán estilo Pegaso que dice así: “Carece de amnistía divina el individuo que fustiga a una fémina”. (No tiene perdón de Dios quien le pega a una mujer).