EDITORIAL
Reynosa, Tamaulipas. En el acto en que asociaciones de la sociedad civil y partidos políticos de oposición dieron a conocer las bases para elegir a quien será el candidato de la alianza “Va por México”, se filtró una lista que 14 figuras del PAN, PRI y PRD. El ex gobernador de Tamaulipas, Francisco Gaia Cabeza de Vaca no estaba en esa lista.
Un o dos días después él se invitó solito y al final de cuentas la dirigencia de su partido aceptó que participara en ese proceso.
En la gran mayoría de las encuestas que se hacen para ver el posicionamiento de cada aspirante, Cabeza de Vaca ni siquiera aparece.
Quienes se mencionan con mayor frecuencia al frente de dichas mediciones son Xochitl Gálvez y Santiago Creel.
Muy por debajo están otras figuras como Lilly Téllez y la priísta Beatriz Paredes.
Durante la semana pasada, sin embargo, algunos empezaron a saltar del barco. Decidieron no buscar la candidatura de la alianza a la Presidencia de la República, sabedores de que no tienen nada que hacer ante la maquinaria aplastante de MORENA.
De esos 14, ya van quedando menos, y en en ese desorden que vive actualmente la oposición, surgió la figura de Xóchitl Gálvez tal vez la única que podría hacerle sombra a las envalentonadas “corcholatas” morenistas.
Se adivina muy difícil que Cabeza de Vaca alcance a posicionarse en el lapso de tiempo acordado. Necesitaría vomitar mucho del dinero que se robó durante los seis años de su mandato, y aún así no es garantía de que pueda llegar a ganar en la contienda constitucional del 2024.
En la totalidad de las encuestas, cualquiera de los posibles candidatos de MORENA salen en primer lugar y en segundo, siempre aparece el Alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosi Riojas, hijo del asesinado Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Y en tercer ugar siempre aparece cualquiera de los personajes del PAN-PRI-PRD.
Si las elecciones fueran en este momento, no cabe duda de que MORENA conservaría el Gobierno de la República.
La intención de Cabeza de Vaca no es, por lo tanto, llegar a obtener la candidatura de la alianza para la Presidencia de la República, sino garantizar una senaduría o una diputación federal… o venirse con una diputación local a Tamaulipas donde se convertiría en una verdadera pesadilla para el actual Gobierno del Estado, porque además, gozaría de fuero para hacer y deshacer.
Con el Poder Judicial y una fracción parlamentaria esclava, ¿quién le pondría límites?