Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Apuesta Alcalde por el “Efecto Mateo”

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Editorial


Reynosa, Tamaulipas. Una parábola de San Mateo refiere que un hombre rico, antes de hacer un prolongado viaje, entregó parte de sus bienes a tres de sus trabajadores.

Al primero de ellos le dio 5 talentos de oro, al segundo dos y al tercero, uno, conforme a la capacidad de cada quien.

El primero invirtió sus 5 talentos y logró duplicarlos. El segundo, con alguna dificultad, hizo lo mismo y los duplicó. El tercero simplemente tomó su talento y lo enterró.

Al regresar de su viaje, el hombre rico preguntó qué habían hecho durante su ausencia con el dinero que les regaló.

Cada uno explicó la manera en que aprovechó ese bien.

Lo que hizo el terrateniente fue tomar el talento que había enterrado el último y darlo al que tenía más.

De ahí se deriva la moraleja de esta parábola bíblica:“Al que tiene le será dado y al que no tiene le será quitado”.

Ese es el “Efecto Mateo”, un fenómeno sociológico de acumulación de bienes, riqueza o fama que se simplifica con la frase de Percy B. Shelley: “El rico se hace más rico y el pobre se hace más pobre”, o la popular: “Dinero llama a dinero”.

En la mayoría de sus presentaciones ante centenares de vecinos de colonias populares, el Alcalde de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, emite un discurso basado precisamente en el “Efecto Mateo”.

La pregunta que hace es: “¿Quién está conforme con lo que gana?”

La respuesta es, generalmente, que nadie lo está.

Y el munícipe replica: “¿Y quién está haciendo algo para mejorar?”,-lo cual toma por sorpresa a los aludidos, porque pocos son los que buscan, ya sea por falta de talento, pereza o ignorancia, alguna manera de salir adelante.

La educación mediante becas, es algo en lo que confía el Gobierno Municipal de Peña Ortiz para lograr en los jóvenes el “Efecto Mateo”, donde no por haber nacido pobre necesariamente tienen que morir pobres.

La capacitación para oficios como chofer de quinta rueda, donde pueden acceder a sueldos de hasta 60 u 80 mil pesos mensuales; las ventas en línea o la certificación para comercializar casas de INFONAVIT, son otros instrumentos encaminados a aprovechar el “Efecto Mateo”.

El ejemplo más claro es cuando vemos en la misma acera dos restaurantes, uno de ellos, repleto de gente y el otro, con apenas una o dos personas.

El “Efecto Mateo” nos dice que, cuando vemos un lugar con más comensales, inconscientemente pensamos que tiene mejor comida y entramos en él, mientras que ignoramos al otro.

En el ámbito científico, el individuo que tiene más prestigio generalmente recibe más financiamiento para sus investigaciones. Y si hay un nuevo descubrimiento, aunque otro lo haya realizado, el crédito lo recibe precisamente el más prestigioso.

En un banco, si inviertes mil pesos, a cierto plazo tendrás más por los intereses que si solo inviertes 100 pesos.

Es una ley que está en todas partes, y vemos que en la sociedad actual, los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres, como en la parábola, donde el que invirtió mejor y tuvo más ganancias, fue premiado con más dinero.

Por cierto, precisamente de ese pasaje bíblico viene la connotación de “talento”, que es la capacidad o las habilidades que tiene una persona para aprovecharlas en su beneficio.

Romper con el “Efecto Mateo” el círculo vicioso de la pobreza suena como una tarea titánica, más no imposible.