Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Fenta¿qué?

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Por Pegaso

Por décadas… qué digo décadas, por siglos, la población norteamericana ha convivido con drogas de todo tipo, empezando por el churrito de marihuana, la cocaína, la heroína, el hachís, el opio y después las sintéticas como el éxtasis y las triptominas, hasta llegar a las de diseño, que han demostrado ser mucho más potentes y peligrosas que las tradicionales.

Siempre he dicho que todos los gringos se meten droga hasta por las orejas, pero eso no es completamente cierto, porque creo que los bebés de pecho aún no lo hacen.

Es un estilo de vida. El Gobierno de ese país quiere tener a su gente bien contenta y bien controlada. Allá, la vida es muy diferente a la que tenemos en México. En Estados Unidos no eres nadie si no estás endeudado hasta las chanclas. Debes hasta el agua que te tomas, porque después la pagas con intereses.

Si eres como cualquier mexicano, que prefiere no pedir fiado para no deber y tener mayor independencia económica, quiero decirte que la estás regando.

Vivir como viven los norteamericanos es comprar ropa nueva de marca cada estación, carro nuevo cada año y todo lo que se pueda comprar con la tarjeta de crédito, si al cabo después pagas.

Un gringo promedio no alcanza a ver su dinero, porque así como le llega su sueldo, las compañías se lo cobran a lo chino y pronto lo dejan en puros cueros.

Pero lo bueno es que son felices, porque tienen en las drogas el elemento que hace falta para vivir el estilo de vida americano. Mientras el gobierno los provea de crédito y de drogas, los ciudadanos estarán a gusto, viviendo una vida igual de sintética.

Solo que ahora ese sistema se siente amenazado en serio.

Hay ciudades norteamericanas completas donde las drogas de diseño, como el fentanilo y sus derivados, ya ha producido zombies, literalmente.

Sombras de personas que deambulan por las calles semiagachadas, ya con el cerebro deshecho por el consumo inmoderado de drogas de diseño.

¿Saben qué? Por ejemplo, el fentanilo, una sustancia químicamente parecida al opio, pero que es producida de manera sintética, es hasta 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina.

Drogas sintéticas como esa aceptan combinaciones de todo tipo, para tener efectos diferentes. Se ha documentado incluso que le agregan vidrio molido. ¿Se imaginan qué hace el vidrio molido en el cerebro cuando alguien lo esnifea?

Por eso mismo, cada vez son más los congresistas gringos que piden al Gobierno mexicano que frente la producción y tráfico de fentanilo hacia territorio norteamericano.

Ahora sí, los gabachos ya están nerviosones porque esto es como una epidemia que se está desparramando de manera alarmante.

Algunos de esos diputados y senadores están a favor de introducir en el Congreso una reforma para que se considere terroristas a los integrantes de los cárteles mexicanos, y eso les permitirá, según sus leyes, intervenir directamente con todas sus fuerzas bélicas en territorio mexicano.

No me lo crean, pero existe la versión de que ya están armando una fuerza de élite que enfrentará directamente la amenaza terrorista que lleva las drogas sintéticas a sus inocentes, cándidos, ingenuos y bonachones ciudadanos.

Dicha fuerza estará integrada, me dicen, por Silvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis (aunque éste creo que se justificó por un diagnóstico de demencia senil), Jason Statman, Tony Jaa, Vin Diesel, Jean Claude Van Damme, Steven Seagal y Chuck Norris.

No dudo ni tantito que al verlos llegar, los cárteles de las drogas mexicanos se pondrán a temblar y saldrán huyendo hacia El Salvador, ya que preferirán que Nayib Bukele los meta a su carcelota antes que enfrentar la furia de los despiadados y temibles rambos y terminators gringos.

Por hoy termino con el refrán estilo Pegaso:  “Es necesario cuantificar el líquido a los tubérculos”. (Hay que tantearle el agua a los camotes).