Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Nailea Mar Abundis, una chica universitaria que recién terminó el noveno tetra de Ingeniería en Electrónica en la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa-Rodhe, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, está a favor de superar estereotipos, como el que dice que las mujeres son menos que los hombres o que no pueden llegar a alcanzar grandes metas.
Menudita, nerviosa, la joven que ha desarrollado un sistema para identificar los distintos tipos de azúcares en alimentos explicó a Pegaso.press en qué consiste su trabajo.
Nailea ni siquiera es de posgrado, donde generalmente se tienen los conocimientos necesarios para desarroyar proyectos de investigación, y ese es su más grande mérito. De hecho, este viernes se gradúa, y lo hará con honores y reconocimiento de sus maestros y de sus propios compañeros de generación.
“Siento que fue un trabajo colaborativo-dijo en entrevista-; los doctores me dieron la opción, me dieron muchos temas, me dijeron: “¿Quieres acercarte a ese tipo de diferentes situaciones en la óptica?” Me pusieron a trabajar con este dispositivo ya que sí hay varias investigaciones con respecto a ello, pero no hacemos los mismo”.
Le propusieron que revisara una solución de sacarosa y empezó a hacer las pruebas, utilizando un sensor elaborado con fibra óptica.
El sensor, al aplicar un rayo láser generó una curva que se aproximaba más a la derecha de la matriz cuanto mayor era la concentración del azúcar.
También ensayaron con fructuosa y glucosa.
“Teníamos también pensado hacerlo con lactosa, que es otro tipo de azúcar, pero decidimos concentrarnos en esas tres partes para ver los datos”,-agregó la joven prospecto de investigadora.
APLICACIONES EN CONTROL DE CALIDAD Y BIOMEDICINA
El Dr. René Domínguez Cruz, profesor investigador de la UAMRR, trabaja en el Laboratorio de Ingeniería Optoelectrónica en colaboración con otros especialistas, como la doctora Yadira Aracely Fuentes Rubio, el estudiante de posgrado ingeniero Leonardo Álvarez y el maestro Pedro Zamora, Coordinador de la Carrera de Ingeniería Electrónica.
Explicó que la fibra óptica no solamente se utiliza para procesos de telecomunicaciones, como se podría pensar, sino que tiene muchas otras aplicaciones.
Las características de esos componentes permiten enviar señales luminosas para hacer distintas mediciones de curvatura en estructuras como puentes o para detectar contaminantes, como el mercurio.
Apuntó que la Universidad Autónoma de Tamaulipas, si bien no es líder en ese tipo de investigaciones, sí es un referente en el noreste del País porque es el único grupo de investigación que cultiva el área de Optoelectrónica y concretamente de Fotónica, donde se aplican fibras con aplicaciones en Metrología.
“Nailea, nuestra estudiante, se incorporó en un proyecto que era medir concentraciones de azúcares disueltas, como primera aproximación, en agua, pero no solo eso, sino además lograr distinguir tipos de azúcares. Es decir, una de las aplicaciones inmediatas es en cuestiones de control de calidad de productos”,-destacó.
Eso significa que si un fabricante ofrece un determinado tipo de azúcar en un producto industrial, con este sensor se podrá determinar el tipo de sustancia, por ejemplo, Stevia.
“Si la consumimos por prescripción médica, tenemos que asegurarnos que así sea”,-recalcó el facultativo.
PRUEBAS Y MÁS PRUEBAS
La idea novedosa de Nailea fue utilizar bajas concentraciones de azúcares para la medición.
En aquella mesa del Laboratorio de Optoelectrónica, virtió un poco de agua destilada con apenas una pequeña cantidad de sacarosa (azúcar común) sobre una placa con el sensor conectado a una casi invisible fibra óptica.
Acto seguido, presionó un botón de la computadora analítica y éste accionó un láser que interactuó con el líquido.
En la pantalla del aparato apareció la curva característica del azúcar, hacia el lado izquierdo, por tener una concentración muy baja.
Explicó que conforme la cantidad de azúcar se incrementa, la curva se desplaza hacia la derecha, y así es como se logra detectar la cantidad y el tipo de glúcido contenido en la disolución.
DEJAR ATRÁS LOS ESTEREOTIPOS
En los primeros días de noviembre participó en un un seminario internacional de manera remota en Suiza. Ahí presentó su trabajo y causó buena impresión entre el resto de los participantes que, vale la pena decirlo, todos eran de posgrado y mayores que ella.
Pese al éxito de su proyecto, Nailea no pierde el piso.
Lo que sí es que está a favor de romper estereotipos.
“Hay que empezar a quitar barreras, a quitar estereotipos. No creo que por que seas mujer no puedes estar en… A mí me pasó. Yo viví eso. El estar en una carrera con muchos hombres.. En mi salón éramos 40 hombres y éramos 3 mujeres. Gracias a Dios me tocaron buenos grupos donde había esta igualdad, aunque fuéramos mujeres. Creo que las mujeres tenemos las mismas oportunidades de desarrollar cualquier cosa, igual que un hombre ingeniero en electrónica puede hacerlo. Podemos hacer la competencia, claro que sí y no creo que deberíamos quedarnos con este estigma”,-subrayó.
La joven, que vive con sus padres en la colonia El Olmito de esta ciudad no descarta que pueda incorporarse en un futuro próximo al Sistema Nacional de Investigadores.
Después de concluir la carrera de Ingeniero en Electrónica, deberá ir a por una especialidad de posgrado.
De momento, su participación en este proyecto le abre las puertas hacia un futuro prometedor, ya que la industria requiere de mejores procesos para el control de calidad de los productos alimenticios.