Por Pegaso
Estaba yo en mi búnker, buscando en Internet la definición exacta de Crimen o Delito de Lesa Humanidad y me encontré con que la Organización de las Naciones Unidas considera los trabajos forzados a que fueron obligados cientos de miles de personas de distintos países, casi casi a nivel de esclavitud ¡para construir los estadios de futbol de la Copa Mundial de Qatar 2022!
De acuerdo con la información que se tiene disponible, desde el 2010 hasta apenas hace unas semanas, se estima que murieron entre 6,500 y 10,000 trabajadores, de un total de 1 millón, 700 mil que fueron “c ontratados” por el Emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani para cumplir con su caprichito de tener un campeonato del mundo.
Y fíjense que en la historia antigua y reciente del mundo, se tienen documentados hechos diversos que se consideran Crímenes de Lesa Humanidad, como el Holocausto Nazi, donde perdieron la vida entre 6 y 18 millones de personas en el territorio ocupado por el II Reich durante la Segunda Guerra Mundial, de 1941 a 1945.
El llamado Gran Salto Adelante, en la República Popular China, ocurrido entre 1958 y 1961, trajo la muerte a más de 55 millones de individuos; la Colonización Europea de América arrasó con grandes poblaciones autóctonas, y se calcula que de 1492 a 1600, fallecieron entre 56 y 90 millones de indígenas.
Hay atrocidades aún peores que la historia se ha encargado de condenar, como la Guerra de Afganistán, el Genocidio de Ruanda, la Gran Purga de la extinta Unión Soviética o el comercio asiático de esclavos, en los siglos XIV y XIX.
Lo que no sabía era que también los sacrificios aztecas han sido catalogados como Crimen de Lesa Humanidad.
De 1400 a 1521, fueron asesinados en ceremonias rituales entre 200 mil y 5 millones de personas.
Hasta donde pude ver, ese es el único acto de barbarie ocurrido en nuestro país desde aquellos lejanos tiempos aunque, si nos ponemos estrictos en las definiciones, las miles de desapariciones forzadas también debieran ser consideradas Delitos de Lesa Humanidad.
La ONU define al Crimen de Lesa Humanidad, o Crimen Contra la Humanidad, cualquiera de las atrocidades o delitos de carácter inhumano que forman parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil, cometido para aplicar las políticas de un Estado o una organización.
Lo que significa que, si el Estado está consciente y no hace nada por evitarlo, se convierte en cómplice de este tipo de delitos que se persiguen de oficio en un tribunal internacional.
Y si Felipe Calderón declaró la guerra contra el Crimen Organizado, Peña Nieto los toleró y López Obrador los está apapachando.
Por consiguiente, no me hagan mucho caso, pero terminando el actual sexenio cualquiera de los cientos de miles de familiares de desaparecidos puede presentarse en La Haya, Holanda, ante el Tribunal Internacional y acusar al gobierno del cabecita de algodón por Crímenes de Lesa Humanidad.
El 17 de mayo de este año, la ONU, en su boletín “Noticias ONU, Mirada global Historias Humanas”, publicó un artículo titulado: “México: Ante los más de 100 mil desaparecidos, la ONU insta al Gobierno a combatir la impunidad”.
Pero no se ha hecho. Sigue la política de “abrazos, no balazos”.
Según la estadística del Gobierno Federal, de 1964 a la fecha, han desaparecido más de 100 mil personas en México, de las cuales, solo en 35 de esos casos se ha sentenciado a los responsables. El resto permanecen impunes.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet calificó de “desgarradora tragedia” lo que aún sigue ocurriendo en nuestro país.
Pronto veremos en la lista de Delitos de Lesa Humanidad a las desapariciones forzadas en México. No cabe duda.
Vámonos con el refrán estilo Pegaso: “Homo sapiens es el Canis lupus de Homo sapiens”. (El hombre es el lobo del hombre).