Por Jerry Zu
Reynosa, Tamaulipas. La Unión Nacional de padres de Familia (UNPF) considera que la festividad conocida como “Halloween” es una mala influencia para los niños, porque los enseña a chantajear al pedir “dulce o truco”, además que disfrazarse de demonios, brujas y monstruos los incita a imitar esos modelos.
El presidente de la UNPF en Reynosa, Guillermo Rodríguez Leal, envió a Pegaso.press un escrito donde expone el punto de vista de esa organización en torno a la próxima celebración de “Halloween” o “Día de Brujas”:
Lo que en su momento fue la “Víspera de la fiesta de todos los Santos“, que evocaba bondad y belleza, impulsando a hacer lo bueno y evitar lo malo, por la mercadotecnia se convirtió en “Noche de Brujas“, en una cultura y negocio del terror y ocultismo; aprovechando las oportunidades para hacer negocios, sin importar cómo, promoviendo incluso la violencia gráfica.
Ante todos estos elementos que componen hoy el Halloween, vale la pena reflexionar y preguntarnos como papás si con tal que se diviertan, ¿podemos aceptar que los niños al visitar las casas de los vecinos, exijan dulces a cambio de no hacerles un daño? (el famoso “dulce o travesura“) y ¿Qué experiencia ética queda en el niño que para “divertirse” ha usado disfraces de diablos, brujas, muertos, monstruos, vampiros y demás personajes relacionados principalmente con el mal y el ocultismo, contrarios a la sana moral y a los valores?.
Cuando se disfraza a un niño de cualesquier personaje, directa o indirectamente lo estamos incitando a que imite ese modelo. Todas las épocas del año pueden ser pretexto para disfrazarse y por supuesto que puede ser divertido, pero por qué no hacerlo de personajes que sean ejemplos de vida o “super héroes“. Así cambiaríamos la muerte y oscuridad, por vida; el terror y el miedo, por alegría; la violencia, por paz y amor; el amedrentamiento y chantaje, por respeto y generosidad. De igual forma, es más edificante enseñar a los niños a no pedir con chantajes (dulces en este caso), sino al contrario, a compartir con los demás; así aprenderán que deben dar parte de sí para lograr sus objetivos y que deben respetar a quienes no deseen participar en el juego.
Llegaremos a la conclusión de que el Halloween que promueve el terror, el ocultismo, el miedo, la violencia, el amedrentamiento y chantaje, no tiene en sí de fondo un mensaje positivo.
También aprovecho para exhortar a todos los papás a que valoremos y promovamos las hermosas tradiciones mexicanas, que son parte de nuestra rica cultura, como por ejemplo, el recuerdo de nuestros difuntos mediante visitarlos en los camposantos, así como, los altares de muertos, cuya enseñanza estriba en la veneración y el respeto por las personas que fueron importantes en nuestras vidas, rescatando sus aportaciones y promoviendo sus valores en la familia y sociedad, por ello vale la pena que estas tradiciones sigan siendo impulsadas fuertemente, tanto en casa como en la escuela.
De igual forma, vale la pena rescatar las tradicionales “calaveritas“, que son composiciones literarias que promueven en niños y jóvenes la creatividad a través de la expresión escrita, y que además, mediante rimas, recordamos que lo único seguro que tenemos en esta vida es la muerte, y, qué mejor que verlo de una forma divertida, con el ingenio que nos caracteriza a los mexicanos a nivel mundial.