Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Es el danzón un estilo de vida

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Por Jesús Rivera


Reynosa, Tamaulipas. Al compás de una cadenciosa música de orquesta, las parejas se mueven suavemente, como las olas del mar o el vaivén de las palmeras.

El danzón es un estilo de vida. Como manifestación musical, tiene su origen en la isla de Cuba, aproximadamente en el año 1879. La base sonora es la utilización del piano, el contrabajo de tres cuerdas, la flauta antigua de cinco llaves, violines primero y segundo, dos timbales, güiro, trombón, claves, clarinete y flauta.

Aunque entró a México por Yucatán y Veracruz, el danzón se volvió popular en los salones de baile de la Capital del País.

En regiones del norte su impacto ha sido menor, sin embargo, desde hace ocho años, un grupo de danzantes promueve el Festival Nacional del Danzón, que se realiza en Reynosa durante el mes de octubre, donde no solamente se trata del baile, sino que también se dan conferencias, exposiciones de pintura sobre el tema, exhibición de autos clásicos, degustación de comida y venta de artesanías.

En entrevista con Pegaso.press, el promotor de este festival, Elio Palacios, explicó que tienen ocho años realizando este evento.

“Tenemos ahorita muchos bailadores y eso nos obliga a superarnos y hacer un festival nacional de danzón que invite a que la gente nos visite en Reynosa, porque tú sabes que estamos un poquito alejados del centro de la República, donde más se baila el danzón. Pero aquí, en Reynosa, estamos haciendo todo lo posible para que pueda quedarse como base de baile”,-apuntó.

A este festival, que se desarrollará durante los días 7, 8 y 9, asisten bailadores de Hermosillo, de Oaxaca, de Veracruz, de la Ciudad de México, de Guadalajara, Monterrey, Tampico y Ciudad Madero.

-¿Qué tanto se practica el danzón en Reynosa?-se le cuestionó.

-Bueno, apenas empezamos en el 2008. En el norte la preferencia de la gente es para polka, para otro tipo de baile. Desde el 2008 estamos tratando de inducir a la gente de Reynosa a que aprenda a bailar danzón.. Nosotros estamos los sábados, de 7 a 9 en la plaza principal, dando talleres de danzón, dando exhibiciones de danzón para que la gente aprenda a bailar este ritmo. Por eso es que les hacemos esta invitación, independientemente de que estos tres días, como estás viendo aquí, se va a presentar mañana una orquesta muy importante de la Ciudad de México y en la noche hay un baile que es para todo el público. Puede venir cualquier persona. Son invitados de cualquier parte. Ahora, déjame mencionarte que este festival de tres días, aparte de lo que ya te mencioné, los señores nos hacen favor de venir a darnos una cconferencia sobre danzón. Tenemos también otros bailadores que vienen de México especialmente a dar talleres y es gratis todo. No cobramos un solo centavo. Todo el público puede estar con nosotros. Para eso es esto: Que vengan, que lo disfrute toda la gente porque, te repito, este evento normalmente, en otras partes de la República, cobran. Se cobra. Y nosotros no. Tenemos ocho años haciéndolo totalmente gratuito para toda la gente.

-¿Qué tiene de especial el danzón?-se le preguntó a Luis Peña Alcalá, uno de los participantes en este festival.

-Para mí lo que tiene es que nos motiva, nos da vida. Cuando ya entra uno y se profundiza en el danzón, es parte de la vida de uno.

-¿Es un estilo de vida?

-Sí. Y los bailadores generalmente no tomamos, nosotros a puro bailar.

-Y para usted, ¿qué es el danzón?

La pregunta fue dirigida a una dama de cabello plateado, Velia Cano Becerril, hermosamente ataviada al estilo de los danzoneros: “Es algo que nos motiva, hay gente con depresión que cuando conoce el danzón empieza a integrarse al medio, salen de su depresión, de sus problemas y es una distracción casi medicinal.

-Pero, ¿no es solo para personas de edad avanzada?

-No. Desde niños de 6 años hasta el que pueda caminar.

¿Cuántos años tienen ustedes de danzonear?

-Tenemos treinta años bailando. Cuando yo me integré, decidí pararme en un salón de baile y yo decía que era muy buen bailador. Llego y me quedo parado porque no sabía bailar. Y aprendí. Yo estaba en una depresión de más de dos años y el baile me sacó de la depresión.

El cuadro junto al que posan los dos bailadores está inspirado precisamente en ellos, y en su pasió por el danzón.