Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Casi dos años tuvieron que pasar para que un grupo de feministas pudiera reconocer el error en que estaban tras ventilar públicamente la versión de una jovencita descarriada de la preparatoria Francisco J. Múgica en contra de un profesor, sin haber confirmado la certeza de sus afirmaciones.
En una carta que subieron a sus redes sociales con fecha de hoy, integrantes de la Colectiva Feminista Reynosa (que no colectivo), se disculpan por el daño infligido al maestro Francisco Salinas Alanís.
Fue el 24 de noviembre del 2020, cuando en la página de Facebook del colectivo, se publicó una denuncia de una ex alumna de la institución, quien acusaba al mentor de acosarla sexualmente.
El desplegado, que fue ampliamente reproducido, con comentarios de profundo desprecio y condena, fue prueba suficiente para que la dirección de la escuela lo diera de baja.
La jovencita, de la cual se omite el nombre, tenía antecedentes de desórdenes emocionales, y en su cuenta de Facebook subía fotografías suyas con poca ropa y en poses sugerentes.
Durante todo ese tiempo, habiendo perdido su trabajo y su prestigio, Francisco Salinas Alanís se enfrascó en una batalla legal.
Ya no quería recuperar su empleo, porque consideraba que no valía la pena pertenecer a una institución que condena a alguien sin pruebas. Lo que ansiaba era que las faministas admitieran su error y dieran una disculpa pública como efectivamente la dieron este día.
En la misiva sin firma autógrafa, aunque rotulada con el nombre y logotipo de la Colectiva Feminista Reynosa, se expresa lo siguiente:
“Hoy estamos aquí para ofrecer una disculpa pública al profesor Francisco Salinas Alanís, ex profesor de la preparatoria Gral. Francisco J. Múgica, en virtud de que creímos en una falsa víctima y el 24 de noviembre de 2020 publicamos una historia difamatoria contra el profesor, vertida por una ex alumna expulsada de la institución.
Estamos aquí para reconocer que nos equivocamos al creer que todas las personas actúan de buena fé, al igual que nosotras.
Lamentamos profundamente el daño causado en su vida profesional y personal, en su salud física y emocional. Nosotras jamás quisimos encontrarnos en esta posición y por ello hacemos esta disculpa pública, porque reconocemos nuestro error y la magnitud de sus consecuencias.
Nuestro actuar siempre buscó la protección y apoyo de las víctimas, puesto que sabemos que la sociedad y nuestro sistema de justicia suelen vulnerar los derechos en la búsqueda de justicia, revictimizándolas de diversas maneras.
Sin embargo, no queremos que la situación sea aprovechada por verdaderos agresores para cubrir sus violencias. Lamentablemente comprobamos que las denuncias falsas existen, pero sabemos que no representan la regla general.
Esperamos que ninguna colectiva feminista vuelva a ser usada por personas que solamente buscan dañar a otros. Ellas no nos representan”.
Francisco Salinas Alanís actualmente trabaja por su cuenta. Es padre de una jovencita especial y su esposa es Presidenta del colectivo “Doctores de la Risa” en esta ciudad.
La amarga experiencia le costó su empleo y su prestigio. Su familia, durante un tiempo, sufrió privaciones económicas al no tener el ingreso proveniente de su trabajo como docente en la preparatoria Múgica.
En su página de Facbook, tras mostrar la carta de las feministas, apunta: “La verdad siempre sale a la luz. Hoy, con la frente en alto y de la mano de Dios les digo a todos mi ex alumnos, familiares y amigos: “El Profe Salinas no les falló. Aún seguimos en pie de lucha por juicio laboral por despido injustificado contra la Prepa Múgica que aún no se resuelve”.
De proceder la demanda laboral, la institución tendrá que pagar salarios caídos de casi dos años, las primas vacacionales, aguinaldos, reparto de utilidades y todos los beneficios que tenía el docente antes del penoso incidente, además de cubrir los gastos derivados de los abogados y la papelería necesarias para el juicio.