Por Pegaso
La presencia de Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos en Taiwan movió el avispero.
De por sí la tensión entre la Unión Europea y Rusia está al máximo, ahora los gringos le echan más fuego a la hoguera.
China y Corea del Norte, aliados de Rusia en una posible Tercera Guerra Mundial, ya cortaron cartucho, mientras la Pelosi se pasea muy quitada de la pena por la puerta delantera de China.
Taiwán es una isla que está pegadita a China, cerca de Hong Kong y de las dos Coreas.
En este momento, precisamente, el mundo tiene dos puntos de tensión: Ucrania y Taiwán.
En vista del clima de enfrentamiento que sostienen las potencias, existen ya algunas aplicaciones en línea parecidas a videojuegos donde uno puede entrar, escoger un país y ver cómo podría ser invadido.
Hay simulaciones de cómo empezaría la guerra, cuántos misiles lanzaría Rusia, cuántos Estados Unidos y cuántos China, y qué ciudades serían las primeras en recibir el impacto de las bombas.
México está cerquita de objetivos clave, como Houston, Texas, donde se ubica el centro de control de las misiones espaciales y Cabo Cañaveral, donde se hacen los lanzamientos, por citar dos de ellos.
No quiero darles la razón a los Nostradamus, Malaquías, Baba Bangas, Walters Mercados, Brujos Mayores y Monis Videntes, porque está más que demostrado que son una bola de charlatanes.
Lo que sí es cierto es que los países más ricos y poderosos se han esforzado por consumir y destruir los recursos que tiene el planeta.
El petróleo se agota, las aguas se contaminan, las enfermedades proliferan, el cambio climático es evidente, la guerra está presente… solo falta el dedo que apriete el botón.
Tal parece que su intención es hacer que se cumpla aquel pasaje bíblico de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis.
Sin embargo, la cordura debe prevalecer. Una Tercera Guerra Mundial no puede beneficiar a nadie.
Hasta ahora, las potencias han impulsado guerritas aisladas que permiten a los comerciantes de armas seguir con su negocio, porque eso es lo que mueve su economía.
Pero un conflicto de alcances mundiales, es algo diferente. Es la aniquilación de todo y de todos. Si eso ocurre, a todos nos va a cargar el payaso, no nada más a los Putines y Bídenes.
Por eso yo creo, y voy contra todos los arúspices, augures, nigromantes, videntes, profetas, brujos y nigromantes, que a final de cuentas, se va a llegar a un pacto. Un pacto donde Rusia tendrá que ceder algo que les interesa a los gringos y éstos, algo que les interesa a los rusos.
Y lo que les interesa a los rusos es recuperar parte del territorio de Ucrania, mientras que los gabachos quieren que el dólar siga siendo la divisa utilizada para las transacciones internacionales.
Viendo lo que se avecina si no hay un arreglo diplomático, me acuerdo de aquella bonita canción de Roberto Carlos llamada “El Progreso”:
Yo quisiera poder aplacar una fiera terrible;/
yo quisiera poder transformar tanta cosa imposible./
Yo quisiera decir tantas cosas que pudieran hacerme sentirme bien conmigo./
Yo quisiera poder abrazar mi mayor enemigo./
Yo quisiera no ver tantas nubes obscuras arriba./
Navegar sin hallar tantas manchas de aceite en los mares,/
y ballenas desapareciendo por falta de escrúpulos comerciales./
Yo quisiera ser civilizado como los animales./
La ra, la ra, la ra, la ra, la ra, la ra, la la la, la ra/
Yo quisiera ser civilizado como los animales./
Yo quisiera no ver tanto verde en la tierra muriendo,/
y en las aguas de ríos los peces desapareciendo./
Yo quisiera gritar que ese tal oro negro no es más que negro veneno;/
ya sabemos que por todo eso vivimos ya menos./
Yo no puedo aceptar ciertas cosas que ya no comprendo;/
el comercio de armas de guerra de muertes viviendo./
Yo quisiera hablar de alegría en vez de tristeza más no soy capaz./
Yo quisiera ser civilizado como los animales./
La ra, la ra, la ra, la ra ,la ra, la ra, la la la, la ra/
Yo quisiera ser civilizado como los animales./
Yo no estoy contra el progreso/
si existiera un buen consenso./
Errores no corrigen otros/
eso es lo que pienso./
Y termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso, cortesía de El Chapulín Colorado: “¡Oh! Y en este instante, ¿qué individuo tendrá la capacidad de auxiliarnos? (¡Oh! Y ahora, ¿quién podrá ayudarnos?)