Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Metiche

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Por Pegaso


“No estamos derrotados”,-dijo ayer el gobernador desaforado Francisco García Cabeza de Vaca en Tampico, durante una visita que hizo sin mucho aspaviento.

Yo, por el contrario, veo que está más que derrotado. Le pusieron una buena arrastrada. El pueblo le dio unos buenos coscorrones por fullero, ratero, mamón y mal gobernante. ¡De que se va, se va!

Más de 90 mil votos de diferencia no es para tirarlos a la basura. Ni aún él, en su enorme ego, gigantesca altanería y suprema arrogancia, puede ignorar tal cantidad de sufragios.

Y menos porque en muchas, muchísimas boletas que debían ser votos para el candidato de la alianza PAN-PRI-PRD, los ciudadanos pegaron el folio que les habían dado, a cambio de 500 pesos, para que le tomaran la fotografía y mostrarla como prueba de que cumplieron con el trato.

Con lo que no contaba es que la raza los iba a dejar pegados o incluso, iba a escribir en la misma boleta: “Voté por Fulano porque me obligaron, pero yo apoyo a Sutano”.

He buscado la opinión de muchos amigos y ciudadanos que le saben a esto de la política, porque yo me considero un analfabeta funcional en esta materia.

Me dicen que “El Truco” realizó una buena campaña, muy mediática y llegadora, pero aún así le faltaba mucho para alcanzar al puntero, Américo Villarreal.

Fue por eso que Cabeza de Vaca decidió entrar con toda la fuerza de las instituciones bajo sus órdenes, incluyendo el IETAM, evidenciando cuentas bancarias, datos, fotos, audios y videos de la supuesta relación del candidato de MORENA con los hermanos Carmona.

Pero fue como escupir para arriba, porque hubo quienes le recordaron que, precisamente, los hermanos Carmona financiaron su campaña y de muchos de los candidatos del PAN, antes del 2016, y que durante los siguientes dos años fueron de los contratistas consentidos del chimengüenchón gobernador. Hasta que los presuntos guachicoleros le dieron la espalda para favorecer a MORENA, por el tema del control de los puentes internacionales.

“No estamos derrotados”, repitió durante la reunión que tuvo con gente de la estructura del PAN que apoyó en la campaña.

Mis fuentes consultadas aseguran que Cabeza de Vaca, al ver su trasero en peligro, a mitad de campaña decidió arrebatarle el control a la gente de “El Truco” y convertirse en generalísimo, desplegando una de las campañas más sucias de que se tenga memoria en este generoso y bello Estado.

Pero no le alcanzaron las canicas.

El metiche mandatario hizo todo lo posible por descarrilar la campaña de Américo, pero no contaba con la astucia de la gente. Eso fue lo que ocurrió.

Hay quienes dicen que la intervención del gobernador perjudicó la campaña de “El Truco”, más que beneficiarla.

¿Qué si las dádivas del Gobierno Federal a los ninis y los viejitos influyó?¿Que si los “cuervos de la Nación” anduvieron operando a favor de MORENA? ¿Qué si el “efecto López Obrador”?

Todo eso es posible, pero yo no he visto en mis 40 años y chorrocientas mil campañas que he cubierto tal cantidad de marranadas, muchas de ellas, atribuidas al Gobernador.

Si hay que ser sinceros, ambos bandos tuvieron sus pecadillos. Luego, entonces, el resultado fue el reflejo de lo que realmente mereció cada quien, porque a pesar de todo, también es cuestión de estrategias.

“No estamos derrotados”,-dijo el goberladrón, como lo llama “El Perro Pantorrillero”, pero lo que yo creo es que son patadas de ahogado.

Ahora bien, Cabeza de Vaca tiene dos opciones, si la Tremenda Corte no lo llama a cuentas antes de terminar su mandato: Enfrentar a la justicia o irse al destierro, como su padrino Tomás Yarrington.

En cualquiera de los casos, el pueblo de Tamaulipas espera ya no saber nada más de este desaseado gobernante que llegó a la cúspide con grandes ínfulas y buenas expectativas, gracias a sus vientos de cambio que finalmente se convirtieron en un vulgar y patético chiste.

Y el refrán estilo Pegaso, cortesía de José Alfredo Jiménez dice así: “Y tú que pretendías ser el monarca del orbe entero”.  (Y tú que te creías el rey de todo el mundo).