Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Rambo

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Por Pegaso


La SEDENA anunció con bombo y platillo la llegada de Unidades de Grupos Especiales del Ejército Mexicano a Reynosa para hacer labor de vigilancia en materia de seguridad pública.

Pregúntome yo: ¿Para qué la presencia de tropas de élite, si va a ser la misma gata, nomás que revolcada?

Todos ellos traen instrucciones de echarse a correr si se topan con algún mañosón que los vea feo o les saque la lengua.

“Abrazos, no balazos”,-dijo el Pejidente, y luego agregó: “Hay que cuidar la vida de nuestros soldados pero también las de las bandas”.

Luego, pues, pienso que vamos a seguir en las mismas.

Si el Pejidente ALMO realmente quiere hacer frente a los delincuentes, aquí le doy algunos saludables consejos:

Primer consejo: Contrate a Silvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis, Jason Statman, La Roca, Chuck Norris y a Jean Claude van Damme. Saldrán un poco caritos, pero valdrá la pena. Basta que salgan a la calle y al primer maloso que se encuentren, le van a descerrajar un tiro de bazuca, una carga completa de ametralladora Gattling o  una ráfaga de balas expansivas calibre 50.

Segundo consejo: O si prefiere seguir su política de abrazos, no balazos, envíe a las Unidades de Grupos Especiales vestidos más ad hoc. En lugar de uniforme militar, botas de campaña, casco y furnituras, vístalos con un coqueto tutú y una linda diademita color fiucha, con bastantes lentejuelas.

Tercer consejo: Vea los videos del Presidente de Guatemala, Nayib Bukele para que aprenda cómo se debe tratar con los delincuentes.

Creo, a menos que sus asesores científicos digan los contrario, que los criminales que asesinan, cortan cabezas, secuestran, roban, violan y despellejan a ciudadanos inocentes, ya no son seres humanos.

Habría que buscar en los escritos de Freud, Young y Hadler la definición exacta porque para mí que ellos, al elegir ese tipo de vida, han renunciado por sí mismos a su condición humana y se han convertido en depredadores.

Lea, si sus frecuentes giras a Badiraguato se lo permiten, el libro llamado “La Máquina del Tiempo”, de Herbert George Wells, donde se describe un mundo futuro con dos tipos de criaturas descendientes de humanos: Los Eloi y los Morlock.

Los Eloi son seres delicados, pacíficos, edonistas, de pelo y tez clara, frágiles y melancólicos, que viven en acantilados, en la superficie del planeta.

Por el contrario, los Morlock son bestiales, descomunales, con grandes garras y dientes, gran musculatura y un instinto depredador.

Todas las noches, los Eloi tienen que guarecerse en sus casas colgantes, porque los Morlock salen de sus cavernas y se llevan al desventurado que no alcance a llegar a su casa, para hacerlo carnitas o asarlo a las brasas.

Aunque Wells imaginó ese mundo para el año 802,701, a nosotros ya nos está llegando, porque la gente común y corriente ha perdido la tranquilidad.

Y más ahora, con un gobierno que apapacha y considera seres humanos a los Morl…, perdón, a los delincuentes.

Llame a Rambo, Presidente. Si quiere entre todos hacemos una coperacha para pagarle lo que le pagaría Hollywood por una película.

Él y su amigo Terminator harán el trabajo sucio. Y además, Usted tendrá el plus de apantallar al engreído y petulante Presidente de El Salvador, quien solo ha mandado a la cárcel a miles de pandilleros “maras” y los tiene a pan y agua en las cárceles.

Mientras tanto, aquí lo dejo con el refrán estilo Pegaso: “A enormes calamidades, descomunales soluciones”. (A grandes males, grandes remedios).