Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Profundo

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Por Pegaso


Juanito Profundo (en inglés, Johnny Deep), ganó el juicio contra la que fue su esposa, Amber Heard, luego que esta lo denunciara por violencia doméstica ante una corte de Estados Unidos.
En redes sociales y en chismes de vecindad, no se hablaba de otra cosa que no fuera el juicio contra Deep.
Finalmente, el juez le dio la razón al conocido actor que personalizó al capitán Jack Sparrow en la saga de Los Piratas del Caribe (The Pirates of the Caribbean, por su título en inglés. Estrenada en 2006. Directores: Gore Verbinsky (1-3), Rob Marshall (4), Joachim Ronning y Espen Sandberg (5). Protagonistas: Johnny Deep, Orlando Bloom, Keira Knightley, Geoffrey Rush y Kevin McNally).
Las ultrafeministas y feminazis de todo México y del mundo defendían, por supuesto, a Amber Heard, porque se reflejaban en ella, satanizando al artista y proyectando aún más su odio hacia el género masculino.
Un amigo mío, ex profesor de la Prepa Múgica, víctima de una de esas feministas radicales traumadas, subió un comentario a su cuenta de Facebook, donde considera que el juicio ganado por Deep es un tremendo revés hacia el movimiento feminazi.
El tema nos da para una buena reflexión.
Cierto es que en México todavía prevalece una cultura machista.
Lo vemos todos los días, porque incluso en temas como el salario, el hombre gana más que la mujer por el mismo trabajo desarrollado.
Y no se diga de los cargos públicos, donde hasta hace poco tiempo, a las mujeres solo se les daban las sobras.
Por ejemplo, en el reparto de diputaciones, generalmente a las féminas les tocaban las suplencias, cuando no, las destinaban a repartir propaganda y a ir a levantar a las viejas fodongas de la colonia para que hicieran bulto en los mítines.
Llegó la moda de la equidad o paridad de género, y entonces, por ley, tiene que haber por lo menos la mitad de las candidaturas para mujeres, como si de una graciosa concesión de los varones se tratara.
Yo estoy en contra de la paridad de género.
Más bien debe haber paridad de capacidades.
Si en una población hay más mujeres que han demostrado capacidad para un cargo público que los hombres, ¡pues entonces que haya más mujeres candidatas o funcionarias!
Caso contrario, si no hay interés o si prevalece la indolencia de ellas, o si hay más hombres capaces, ¡pues que se postulen más hombres, sin necesidad de tener una ley bizarra que obligue al 50-50!
Las mujeres no son iguales que los hombres, biológicamente.
Deben serlo en cuanto a los derechos como ciudadanos, pero sabemos a ciencia cierta que su fisiología es diferente a la del varón.
Y qué bueno. Somos una especie con dimorfismo sexual, lo que significa que la apariencia física de la hembra es diferente de la del hombre.
El hombre es físicamente más fuerte y más alto, pero no necesariamente más inteligente que la mujer.
La mujer, por otro lado, tiene la capacidad de engendrar vida en el interior de su cuerpo y soporta dolores extremadamente agudos al momento de parir.
Muchos dicen que las mujres, en realidad, no son el sexo débil, sino el fuerte, y ponen como argumento que ningún hombre podría soportar los dolores del parto.
Es posible. Yo conozco mujeres muy fuertes, anímicamente hablando, que han sacado adelante a sus hijos a pesar de ser madres solteras.
El punto es que la postura de lo que conocemos como ultrafeminismo representa más un capricho de unas cuantas que una realidad biológica o social.
Déjense de andar manifestando en las calles y provocando daños en propiedad ajena. Vivan su vida plenamente. Búsquense una pareja que las respete y respétenlo a él. Enséñenle a sus hijos e hijas a tener tolerancia hacia los demás.
Si actualmente hay violaciones y feminicidios, es porque en algún momento nos olvidamos de enseñar a nuestros hijos ese respeto y esa tolerancia.
Trabajen en ello y posiblemente las próximas generaciones de ciudadanos sean mejores que las actuales.
He dicho.