Me pregunto cuál era tu color favorito, cuáles fueron los últimos labios que besaste y si te enamoraste hasta el tuétano o te rompieron el corazón en los últimos meses. Quién sabe en qué pensabas mientras mirabas el horizonte, ¿viste la luna esa noche? ¿las estrellas?, ¿tendrías algún nudo en la garganta o estabas brillando desde entonces? Tengo la manía de llenar de preguntas todos los espacios que ahora están vacíos, pero llenos de recuerdos, ya sabes, esas palabras incómodas que nadie se anima a preguntar cuando las emociones están a flor de piel luego de una partida. ¿En dónde estás? ¿Existe el cielo? O estás en el limbo entre los vivos y los muertos. Aquí nos haces falta, igual que muchas otras, se nos están yendo como el agua entre las manos.
Siempre pienso en la habitación de los que ya no regresan, aún habita su energía allí, su aroma, sus detalles, sus secretos. ¿Tenías insomnio? ¿eras de las que se quedaban hasta tarde estudiando o divagando con el celular? ¿quién te enseñó a maquillarte? lo hacías hermoso, tu delineado era perfecto. ¿Qué harán tus papis ahora con todos tus recuerdos? ¿dónde se guardan? Jamás dejan de doler. Alguno de tus padres se levantará a media madrugada a sentarse en tu cama y llorar abrazado a tu almohada buscando un poco de tu perfume. Nunca te has ido y nunca lo harás de su corazón, pero la pérdida es lo que tiene, deja un vacío pesado tan grande en el pecho que es casi imposible caminar con él. En la mirada si se nota, pero pocas almas lo ven. En donde sea que te encuentres espero que estés rodeadas de todas las que se nos adelantaron, que te abracen fuerte y te ayuden en el proceso, como en la película “Desde mi cielo”. Corre hacia el árbol verde, deja que tu brillo encandile a las estrellas y a nosotros. No las vamos a olvidar, siempre nos van a faltar. Descansa mi niña, llega a casa y duerme profundamente.
✍️Jessica Gonzalez escritora.