Por Jesús Rivera
Durante el primer día de vacunación antiCOVID en la ciudad de Reynosa, prevaleció el desorden, las grandes aglomeraciones, el caos vial y la desinformación.
Miles de ciudadanos de más de 60 años abarrotaron las seis sedes habilitadas para vacunar: El cuartel militar, el Centro Cultural, el Auditorio Municipal, el Gimnasio de la UAT, el CBTis 7 y el CETis 131.
Aún no amanecía y en la parte exterior de todos esos sitios ya había largas filas, esperando que diera la hora de apertura para obtener la ansiada vacuna que los proteja de la terrible enfermedad que desde hace más de un año mantiene en jaque a la Humanidad.
En la sede del Cuartel Militar, los mandos castrenses habilitaron varias carpas para que los adultos mayores no estén a la intemperie y puedan sentarse mientras esperan su turno.
Cada uno debe llevar copia de su credencial de elector, la CURP y un comprobante de domicilio, y acudir el día que le corresponda, de acuerdo con la calendarización que desde días atrás se difundió por las redes sociales y en los medios de comunicación.
No obstante, un buen porcentaje de ellos no estaban inscritos porque no cuentan con servicio de internet o por simple ignorancia.
A pesar del orden que impusieron los militares, había una kilométrica fila, principalmente de personas de más de 60 años que habitan en colonias del oriente de la ciudad, como la Almaguer, Fraccionamiento Reynosa, Américo Villarreal, Arco Iris, Benito Juárez, Pedro J. Méndez, Balcones de Alcalá y circunvecinas.
Se pudieron observar verdaderas muestras de amor filial, donde jóvenes empujaban la silla de rueda de sus ancianitos.
En la sede del Parque Cultural, filas interminables de automóviles esperaban turno. Ahí no permitieron el acceso de la prensa, hasta que llegaran personas del DIF, según comentó la persona que cuidaba el acceso.
Personal del Gobierno Federal entrevistaba a los tripulantes de cada unidad para preguntarles si estaban registrados. Quienes no lo estaban, ahí mismo se les apoyaba para concertar su cita, de acuerdo con la primera letra de su apellido paterno.
Este día correspondió a las personas con apellido que comienza con las letras A, B y C; mañana las de las letras D. E y F, el domingo las de las letras G, H e I, y así, sucesivamente, durante diez días hasta que todos los adultos mayores del Municipio sean inoculados, o hasta que se agoten las 50 mil dosis que fueron enviadas.
La sede del Gimnasio de la UAT fue la más congestionada. A lo largo de la avenida Beethoven, de la colonia Narciso Mendoza, la Elías Piña y un tramo del bulevard Del Maestro, la fila de vehículos se prolongaba, generando caos vial en todo ese sector.
Elementos de Tránsito y vialidad cerraron parcialmente el bulevar Del Maestro, desde la avenida Beethoven hasta la calle Elías Piña.
En el patio interior, se habilitaron varios módulos de vacunación, tipo “drive in”, donde los adultos eran vacunados dentro del vehículo.
Una vez aplicada la dosis, se les indicaba que se trasladaran al área de espera, donde estarían en observación al menos durante media hora.
La vacunación proseguirá en los siguientes nueve días, de las 8:00 de la mañana a las 6:00 de la tarde.
Se montó un impresionante operativo no solo de tipo médico, con cientos de enfermeras, pasantes de medicina y personal médico, sino de tránsito y vialidad, Cruz Roja, DIF y grupos voluntarios.