Por Jerry Zu
Reynosa, Tamaulipas. A pesar de las campañas mediáticas y de las constantes recomendaciones para que no se hicieran disparos al aire durante la celebración de Año Nuevo, muchos le dieron gusto al gatillo, ´poniendo en riesgo al resto de la población.
Primero fueron los cohetones o petardos, que hacían retumbar las casas por la potente explosión.
Algunos de los más usados fueron las llamadas “palomas” o “R-15”, con un alto nivel de potencia explosiva, lo que puede generar severas lesiones a las personas si no se tiene precaución en su manejo.
Hay otros llamados “huevo de codorniz”, que son de los más comercializados en los puestos callejeros.
El más peligroso, sin embargo, es el llamado “garra de tigre” o “cara de diablo”, los cuales tienen incluso potencia militar.
Después se mezclaron los estruendos de los petardos con el típico sonido de las armas de fuego.
Al filo de la medianoche, individuos carentes de criterio dispararon al aire en repetidas ocasiones.
Siendo que la mayoría de las armas de grueso calibre, exclusivas para el uso del Ejército Mexicano, están en poder de la delincuencia organizada, lo que se oyó pareció más bien una exibición de la capacidad de fuego que tienen los mafiosos citadinos.
Hasta el momento no hay reportes de heridos por balas perdidas.