Por Jesús Rivera
-Inicia el tercer año de la pandemia.
Reynosa, Tamaulipas. El primer brote de la pandemia de COVID-19 que se detectó en Wuhan, provincia de Hubei, China, ocurrió el 17 de noviembre del 2019.
El 31 de diciembre de ese mismo año se hizo la notificación de un conglomerado de neumonía, provocado por un nuevo tipo de coronavirus.
El 1 de enero del 2020, la OMS estableció el Equipo de Apoyo a la Gestión de Incidentes, poniéndose así en estado de emergencia para abordar el brote.
El 4 de enero, la OMS informó en las redes sociales de la existencia de un conglomerado de casis de neumonía-sin fallecimientos aún- en la provincia china de Wuhan.
El 5 de enero la OMS publicó su primer parte sobre los brotes epidémicos relativos al nuevo virus y una publicación técnica de referencia para la comunidad mundial de investigación y salud pública, así como a los medios de comunicación.
Para el 10 de enero, la mayor parte del mundo ya sabía que se enfrentaba a una amenaza global y los gobiernos empezaron a solicitar mayor información. Tomando como base las experiencias del SARS y el MERS, dos coronavirus previos, se publicaron panfletos con las primeras recomendaciones destinadas a proteger a los profesionales sanitarios.
El 12 de enero, China hizo pública la secuencia genética del virus causante de la COVID-19.
El 13 de enero se confirmó oficialmente un caso de COVID-19 en Tailandia, el primero registrado fuera de China.
El 14 de enero ya había 41 casos confirmados. Se empezó a hablar de la posibilidad de un contagio más amplio.
El 20 de enero, expertos de la OMS realizaron una breve visita al “Punto Cero”, es decir, donde se supone que inició la pandemia, en un mercado popular de Wuhan.
Para el 22 de enero, la OMS emitió una declaración en la que se afirmó que se había demostrado la transmisión entre seres humanos, aunque srguían las investigaciones para comprender la magnitud de esa transmisión.
El día 22 de enero se convocó a formalizar el Comité de Emergencias para evaluar si el brote constituía una amenaza para la salud pública mundial.
El 30 de enero se confirmó que sí, que el COVID-19 es una emergencia para toda la comunidad mundial y se puso en marcha el Reglamento Sanitario Internacional.
El 30 de enero, la OMS, en su informe de situación, señaló la existencia de 7,818 casos confirmados en todo el mundo, la mayoría en China y en otros 18 países.
El 18 de marzo, luego de varias reuniones con expertos epidemiólogos y representantes de gobiernos, la OMS manifiestó su preocupación por los alarmantes niveles de propagación de la enfermedad y por su gravedad. Se empezaron a tomar medidas de prevención, como el uso de cubrebocas y la sana distancia.
Lo demás, ya es historia.
A la fecha, en todo el mundo se han registrado más de 254 millones de casos positivos y un número superior a los 5 millones, 100 mil fallecidos.