Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. La plaza principal Miguel Hidalgo es escenario de dos elementos navideños contrastantes: El enorme pino navideño y el pequeño, pero simbólico pino de los desaparecidos. Un pino para cada necesidad.
El grandote, el de 25 metros, el de 1.3 millones de pesos, el que fue encendido por las autoridades el día viernes 6 de diciembre enmedio de una brillante ceremonia, representa la alegría de la Navidad, los buenos deseos, la concordia y los mejores deseos para nuestros semejantes.
El otro, el de apenas dos metros de alto, significa el sufrimiento, la angustia, el pesar, la impotencia de miles de familias que han perdido a sus seres queridos a consecuencia de la violencia e inseguridad desatadas por el crimen organizado.
Uno tiene luces, estrellas y esferas, el otro, fotografías de los desaparecidos.
No puede haber más contraste entre ambos elementos, y en las redes sociales los usuarios ya empezaron a resaltar esas diferencias.