Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Viga

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Por Pegaso

Yo quiero enviarle un mensaje bien claro y preciso al próximo Presidente de Gringolandia, El Trompas, quien ha dicho en repetidas ocasiones que su gobierno calificará como terroristas a los cárteles mexicanos de la droga.

El mensaje es: ¡Deja en paz a nuestros queridos y amados narcos y métase con los suyos!

Es como aquel dicho que dice: “Ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio”.

O, ¿quién crees que controla la distribución de droga en tu país? ¿El Espíritu Santo?

Nooooo. Allá los capos de la mafia trabajan con el gobierno y con las agencias de inteligencia. A esos, don Trompas, debes tú combatir, si quieres en realidad limpiar tu casa.

Acuérdate que las escaleras se barren de arriba para abajo. Si identificas y tumbas a las cabezas que mueven, venden y controlan toda la droga que tus paisanos se meten hasta por las orejas, los países productores y exportadores de sustancias ilícitas dejarán de hacer lo que hacen.

Recuerda que si no hay demanda, no hay oferta.

Ahora bien, como dice nuestra Presidenta Claudia Shikitibum: No vamos a aceptar injerencias e intentos de intervención o desestabilización, como comúnmente lo hacen ustedes en repúblicas bananeras.

Esa es la viril -¿o femenil?- postura de nuestra Jefa del Ejecutivo Federal, que parece que tiene los tanates que le faltaron a su poco ilustre antecesor.

Mira, Trompas: Sé bien que sabes quién mueve los hilos en tu país. Pero si no lo sabes, déjame decirte que para hacer llegar las drogas hasta el último rincón es necesario contar con un sistema de distribución muy sofisticado.

Desde las aduanas, donde hay agentes destinados a permitir el ingreso, hasta los dealers que funcionan como tienditas de la esquina para los viciosos jefes de familia, adolescentes patinetos y alocada chamaconas que acostumbran fumarse su churrito, snifear su coquita o inyectarse su heroína.

Hay todo un tejido de araña en todo eso. Como decía Sherlock Holmes, cuando explicaba a Watson el modus operandi de su archienemigo, el Dr. Moriarty: “Cuando la telaraña se mueve, inmediatamente la araña va por su presa”.

Y así, el control de la importación, distribución, venta, financiamiento y lavado de dinero son firmemente controlados por los Moriarty gringos, quienes en la práctica son respetados magnates industriales, que usan esa fachada para no verse involucrados en vulgares crímenes.

Por debajo de ellos, individuos encargados de cubrir todas las apariencias, de cabildear en el Senado y en la Cámara de Representantes, hacer desaparecer evidencias y borrar de la faz de la tierra a aquellos que se saltan el pesebre y quieren hacer negocio por cuenta propia.

Como algún personaje de una película que no me acuerdo: En Gringolandia no se mueve la hoja de un árbol sin permiso del hampa, en este caso, una organización fantasmagórica y casi mítica llamada “El Sindicato”.

De ese modo, te pido de la manera más atenta que no molestes a nuestros amables, chimengüenchones y picarescos narcos. Mëtete con los tuyos. Déjanos a nosotros con nuestras masacres, balaceras, persecuciones, desmembramientos, desapariciones forzadas y toda aquello que nos da identidad y fama en el mundo.

Por lo pronto, chútate el refrán estilo Pegaso que dice así: “Si ahora textiles ligeros para lecho, ¿por qué motivo frazadas?”(Si ya sábanas, ¿por qué cobijas?)