Por Marcos Olivares
LIDERAZGO PARA EL FUTURO
La evolución de la Humanidad nunca había estado tan acelerada como hasta ahora, principalmente la evolución cultural. Aún no llegamos a los cien años de la aparición de la primera computadora electrónica (1946) y vemos con asombro el proceso evolutivo y sus grandes beneficios, pero también la crueldad humana que aprovecha para dañar a sus semejantes.
Sin embargo, son más los grandes beneficios que han aportado a la ciencia, la economía, a la productividad y desde luego a la eficiencia técnica y financiera de las empresas, tan es así, que los procesos de ensamblaje principalmente y otros cuantos, han sustituido la mano de obra de las operaciones manipulados por los humanos.
Lo anterior, sin duda no se habría podido lograr sin la colaboración de los grandes Líderes Competitivos surgidos después de la segunda guerra mundial
Cada día la Competitividad es un gran desafío para los científicos, que impulsados y patrocinados por las grandes empresas de tecnología, se ven obligados a ser más creativos y eficaces.
La conservación del medio ambiente, la migración de los pueblos menos desarrollados hacia los de mayor poder económico, la protección de los derechos humanos, la dignificación de los valores humanos, la inclusión social, la diversidad como condición inherente a la vida en todos sus aspectos, y la equidad como trato igualitario en el ejercicio de los derechos de todos, y sin duda por la competencia del poder por el espacio cósmico, entre otros más, han obligado a los humanos a apresurar el ingenio y la creatividad para suplir las grandes demandas de esta acelerada carrera.
Desde luego, las habilidades de los Líderes Competitivos se diversifican cada día con mayor valor, pues las formas utilizadas para enfrentar los desafíos que la misma ciencia les demanda, tienden a ser más minucioso y precisos para resolverlos con calidad probada.
En opinión de Herminia Ibarra, existen y son vitales para enfrentar los desafíos de los próximos 25 años, cinco habilidades de liderazgo para crear un entorno en el que aprender cosas que la organización no sabe hacer, se valoren más que ejecutar impecablemente lo que ya sabe. Siendo estas:
1. Transversal: desarrollar redes que se extiendan a una diversidad de personas,
2. Colaborar: fomentar la seguridad psicológica para aumentar el rendimiento del equipo,
3. Coaching: tener conversaciones críticas que desarrollen el potencial de los demás,
4. Modelado cultural: modelar la cultura organizacional moldeando las prácticas corporativas y
5. Conectando: creciendo en empatía y liderazgo auténtico.
Estos temas dan para más escritura y mayor estudio, pero habremos de comentarlos abundantemente en la próxima edición, porque ahora acusa mayor crédito enviarles mi agradecimiento a quienes me han permitido publicar mis modestas participaciones, de igual manera a todos aquellos que leen y me participan de sus comentarios, a todos ustedes, vaya un abrazo respetuoso pero con mucho afecto, para que la noche de la llegada del Divino Salvador, inunde de Bendiciones, Paz y Alegría a nuestros corazones, compartan éstas con su familia y no olvidemos de agradecer la cena navideña a las manos que la prepararon, y recordar con amor por aquellos que ya están en la morada del Señor.
Feliz Navidad.
Biografía: Herminia Ibarra es profesora de comportamiento organizacional de la cátedra Charles Handy en la London Business School.