Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. La base de cemento en que se sientan los adoquines en las porciones de calles remodeladas, como la Hidalgo, la Juárez y la Zaragoza, debe ser medida con toda precisión antes de ser vaciada.
Para ello, se toman muestras que se colocan en cilindros metálicos de aproximadamente 20 centímetros de alto por quince de diámetro, se seca al aire y se realizan pruebas de resistencia mecánica.
Es frecuente ver estos moldes en las orillas de las calles en remodelación.
Los datos que se incluyen en una etiqueta para su identificación son: Fecha, hora, cliente, lugar, número de muestra, elemento, quién realizó la muestra y observaciones.
En diversas ocasiones, gracias a ese tipo de pruebas, se han podido corregir tramos de calle en la que ya se había aplicado el concreto.
A la fecha, la obra lleva un avance de casi el 80% y la última notificación es que la entrega se hará durante el mes de febrero del 2025.
¿PEATONAL O VEHICULAR?
En redes sociales y en pláticas particulares se discute acerca de si los tramos reconstruidos deben abrirse a la circulación vehicular o si deben ser peatonales.
Recientemente, el Secretario de Obras Públicas, Eduardo López Arias notificó que estarán abiertas a la circulación, sin embargo, no se permitirá el tránsito de unidades pesadas.
Las obras forman parte de un proyecto mayor que contempla el embellecimiento del Centro Histórico con fachadas estilo norestense y recubrimientos de edificios con piedra natural.
El Corredor Turístico, una vez que esté todo completo, iniciará a la salida del puente Reynosa Hidalgo, avenida Virreyes, calle Zaragoza, calle Juárez y calle peatonal Hidalgo hasta el Museo del Ferrocarril.