Por Jesús Rivera
Porque el Sindicato de Trabajadores Petroleros aún permanece en manos de caciques, porque hay trabajadores y trabajadoras casi esclavizados, porque sigue la venta de plazas, porque los actuales directivos operan de manera ilegal al no contar con la toma de nota de la Secretaría del Trabajo, hay quienes insisten en buscar la democratización de ese gremio y sacudirse de manera definitiva a individuos como Carlos Romero Deschamps y Moisés Balderas Castillo.
Gerardo David Herrera Malagón, trabajador activo del Departamento de Servicio a Pozos de PEMEX, dijo en rueda de prensa que después de la renuncia de Romero Deschamps todo seguirá igual si no son los mismos trabajadores los que impulsan el cambio.
Reveló que buscarán la unidad de los trabajadores, “que tengan el conocimiento de cómo se puede democratizar el sindicato.
Agregó que durante este año de pandemia estuvieron llamando a la unidad, mediante sesiones de videollamadas, estudiando los estatutos con el apoyo de doctores en derecho laboral.
“Llegamos a la conclusión-expuso- que tenemos que hacer una convención nacional petrolera, ya que al no tener Secretario General ellos no tienen poder para sacar una convocatoria a convención, ni ningún seccional lo puede hacer porque están impugnadas las elecciones del 2018”.
Por lo anterior, citó que son los propios trabajadores los que tienen que organizarse para sacar 108 delegados que marca el Estatuto (3 por cada una de las 36 secciones del país) como mínimo para validar la convención.
Posteriormente se hace la propuesta para el nuevo Secretario General, pero éste debe emerger de un proceso totalmente democrático, con votación libre, directa, secreta y universal.
Herrera Malagón puntualizó que sigue la corrupción, siguen los vicios, como la venta de plazas, aún sin que los secretarios generales tengan la toma de nota y el trabajo esclavo, donde las empleadas sindicalizadas tienen que trabajar a veces jornadas dobles, obligadas por Moisés Balderas Castillo y demás directivos de la Sección 36.