Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Por tener los colores patrios en sus ingredientes, el chile en nogada se disfruta más durante las fiestas patrias de la Independencia.
Como en todos los años, el restaurant Mundo del hotel Astromundo, ubicado en el mero corazón de Reynosa, se viste de gala para presentar a los comensales uno de los platillos emblemáticos de México.
El chile en nogada surgió en 1821 cuando las monjas agustinas del convento de Santa Mónica, en Puebla, prepararon este plato para celebrar la Indpendencia y al mismo tiempo, el cumpleaños de Agustín de Iturbide.
La historia cuenta que las monjas utilizaron productos de la temporada, como granada, chiles poblanos y nueces de castilla para crear este alimento con los colores del Ejército Trigarante: El verde del chile poblano, el blanco de la nuez y el rojo de la granada.
Para el chef Karim Kadour Rodríguez, es una forma de reencontrarnos con nuestras tradiciones más profundas.
Solo llegar septiembre, se nos antoja probar el delicioso chile poblano relleno con carne de res picada y condimentada, cubierto con la salsa de nuez y adornado con granos de granada y hojas de perejil.
Puede ir acompañado de agua de horchata, de jamaica o de limón.
Entrevistado en ocasión del inicio de su festival anual del chile en nogada, Kadour Rodríguez expresó que a partir de hoy, 22 de agosto y hasta el 19 de septiembre tendrán a disposición de la población de Reynosa y visitantes de otras partes del país y Valle de Texas, este platillo preparado con los ingredientes de la receta original.
“Que vengan-dijo-, que prueben el chile en nogada y como es costumbre, año tras año, ya todo mundo sabe que aquí, en el Astromundo se hace un muy buen chile en nogada”.
En las ediciones anteriores la respuesta ha sido extraordinaria-aseguró-, precisamente por que los ingredientes que se escogen son los que lleva originalmente.
“Es una receta original, tradicional, a lo largo del tiempo”-enfatizó.
Sin embargo, para dar gusto a los paladares más exigentes se han hecho algunas modificaciones, como el chile para los que no comen carne, relleno con requesón y vegetales.
Otra presentación, que no se acompaña con la nogada, se rellena con camarones pequeños, para quienes no les gusta la salsa o son alérgicos a la nuez.
El costo por platillo es de 250 pesos y 230 el de camarón. Se acompaña con una guarnición de arroz blanco y su agua de sabores, siempre atendidos por el insustituible Mario, que durante las Fiestas de Independencia se atavía con un amplio sombrero, unas botas, canana y carabina de utilería.