Por Pegaso
Propongo que se organicen unas Olimpiadas en nuestra querida ciudad de Reynosa.
No serán unas Olimpiadas clásicas, como las que se hicieron en París.
Los atletas tendrán que competir en las siguientes disciplinas:
1.- Changay.
2.- Burro bala.
3.- Trompo.
4.- Balero.
5.- Canicas.
6.- Salto de cuerda.
7.- Yo-yo.
8.- Hula-hula.
9.- Tiro con resortera.
10.- Vuelo de papalote.
La sede, el bonito pero descuidado Parque Cultural Reynosa.
La inauguración no contará con la presencia de Salma Hayek, portando la antorcha olímpica, ni habrá grandes luminarias cantando en la apertura, como Lady Gaga y Celine Dion. Tampoco el cierre se hará con Tom Cruise.
Será algo sencillo.
Podríamos incluir como parte del programa que la inauguración corra a cargo de alguna autoridad, como nuestro amado y querido Pejidente ALMO o nuestra flamante Presidenta electa Claudia Shiquitibum.
Previamente se debe realizar una campaña de difusión intensiva para que la mayor parte de los competidores de todos los países del mundo sepan cuáles son las disciplinas en las que podrán demostrar sus habilidades y talentos.
Una vez inaugurado el evento, cada delegación marchará con su respectiva bandera.
Los competidores serán los más destacados, los de mayor nivel de sus respectivos países para que compitan con nuestros campeones mexicanos.
En la disciplina de Changay, el Comité Olímpico Internacional marcará las medidas oficiales del palo grande y el chico. Cada competidor hará su propio hoyo o colocará sus propios ladrillos. El que llegue más lejos el tiro, será el ganador, y se harán acreedores a medalla de oro el primer lugar, de plata el segundo y de bronce el tercero. Serán medallas buenas, no como las chafas que dieron en París.
En burro bala se verá la resistencia de espalda que tendrán los atletas. Como todos sabemos, este bonito y divertido juego consiste en que el primer equipo se coloca en una fila de varias personas en posición supina, formando una especie de cadena. El segundo equipo salta lo más cerca posible a la base y así, sucesivamente, hasta que logran derribar a los contrarios. El rol se cambia para la segunda fase. Gana el equipo que dure más sin ser derribado.
En balero y yo-yo se medirá lo complicado de cada suerte que se ejecute de manera individual, y así, sucesivamente, cada una de las actividades será calificada por los jueces asignados por el COI.
Será un evento espectacular. Prometo que no habrá representaciones paganas de la Santa Cena ni cultos satánicos encubiertos.
Nos divertiremos como enanos.
Viene el refrán estilo Pegasiux: “En este preciso momento, instrumento de cuerdas rústico, te ha manipulado un preceptor”. (Ahora sí, violín de rancho, ya te agarró un profesor).