Por Pegaso
No cualquiera puede hablar el inglés de manera fluida. A muchos se les da y a otros nomás no damos pie con bola.
Una de las que está reprobada en esa materia es la virtual candidota de la alianza opositora a la Presidencia de la República, Chóchil Cálvez.
En un evento celebrado en los Iunites Estates, se dirigió al presidente de Gringolandia Pepe Biden, a quien dijo: “Yujab tu wok da tok”, o algo así por el estilo.
Biden se quedó boquiabierto, patidifuso, anonadado y algo apendejadón, porque no supo qué le quiso decir la dientona y botijoncita aspirante presidencial mexicana.
Su desliz, como muchos otros que ha tenido a lo largo de estos meses de precampaña, fue capitalizado por los chairos, quienes hicieron gala de su ingenio y creatividad al lanzar a las redes sociales miles de memes, a cual más jocoso y picaresco, al igual que los fifís lo hacen con la candidota oficial, Claudia Shikitibum.
Todo esto es un preámbulo para actualizar mi punto de vista con respecto a las dos principales aspirantes a sustituir al cabecita de algodón.
Sigo pensando que el país será gobernado por una mujer a partir de este año.
Pero si en este momento fueran las elecciones, la mayoría de las encuestas dan una aplastante mayoría a Claudia, a pesar de que en las últimas semanas, gracias a un intenso activismo, Chóchil ha podido recuperar unos cuantos puntos porcentuales.
A como va, resultaría muy difícil que pudiera alcanzar, rebasar y superar a su oponente con un margen suficiente para obtener un triunfo indiscutible.
Si no hay algo realmente pesado que desbalancee a la Cuarta Transtornación, júrelo que tendremos un gobierno de continuidad, con todo lo que ello implica.
¿Qué necesitaría la oposición para disminuir el enorme diferencial en la intención del voto ciudadano?
Ya salió por ahí un tema. El del financiamiento del narco a la campaña presidencial EN EL 2006.
Chóchil Cálvez se fajó el huipil y pidió al Pejidente que, si no debe nada, presente una demanda ante una corte de los Estados Unidos contra el malvado y bellaco periodista Tim Golden, autor del artículo que desató el huracán.
Hasta hace medio segundo-como decía el finadito “Maromero”, Carlos Ibarra- el Peje del Ejecutivo Federal no ha presentado recurso legal alguno, sino que solamente ha dicho en sus mañaneras: “Ejo ej faljo. Ej una mentira. Nojotroj no jomoj igualej”.
Total. Para mí que a pesar de todo y viendo las circunstancias actuales, por la noche del día 2 de junio de este año veremos la escena más importante del año, cuando el Pejidente levante la mano a su sucesora, Claudia Shikitibum.
No importa que Chóchil Cálvez no sepa ni madres de inglés. Eso es lo de menos. Lo realmente relevante es que aproveche los errores que la contraparte está cometiendo a carretadas.
Pienso que no tiene buenos asesores que cuiden su imagen pública y mucho menos, ideólogos que estén detrás de sus propuestas.
Ya veré. Cuando tenga la boleta frente a mis ojos, sabré si votaré por alguna de ellas o simplemente me abstendré de tachar cualquier nombre.
O quizás pondré en el recuadro blanco que viene en la parte de abajo para candidatos no registrados, el nombre de mi perrito Charly.
Viene el refrán estilo Pegaso: “¡Negativo, por consiguiente, onomatopeya canina!” (¡No, pos guau!)