Lo que Natura no da…
Por María Jaramillo Alanís
Las fiestas son momentos para pasarla bien, sonreír, echar broma y una copa o varias, según sea el vicio que se tenga, lo que está prohibido o no se ve bien, es que las y los diputados de la 4T se comporten clasistas, racistas y malagradecidos con quienes sirven sus alimentos.
En la fiestona de bienvenida del nuevo Secretario General de la 65 legislatura, Juan Lorenzo Ochoa García, quien por cierto, trabajó bajo las órdenes del panista Gerardo Peña, -el higadito plurinominal- las y los legisladores de la 4T, dejaron salir su verdadero “yo”, clasistas, déspotas y ególatras, empezando por Úrsula Salazar Mojica, cuyo único mérito es ser sobrina no reconocida de mi presidente Andrés Manuel López Obrador.
El lunes, mientras veía por internet el evento de firma de colaboración con el Senado de la República y el Gobierno de Tamaulipas, dado en el Congreso local, recordé la fiesta, cuando la diputada Úrsula daba un discurso hueco, chafa, sin ton ni son, y es imperdonable, pues ella nos deja mal paradas a las mujeres que SÍ pensamos y que SÍ tenemos idea de elaborar un discurso “con carnita”, eso de hacer el ridículo ante Ricardo Monreal, -que yo no le creo ni el padre nuestro- no tiene perdón.
Pero repetir una y otra vez la misma idea sin decir nada, frente al Gobernador Américo Villarreal Anaya y frente al líder del Senado, que es un demonio como orador y parlamentario, los tomó de sorpresa, sus caras con ceño fruncido decían todo. Úrsula les faltó al respeto a los dos pero también a las mujeres de Tamaulipas y sobre todo a las que representa.
Regreso a la fiesta de bienvenida del Secretario General del Congreso, las y los diputados se pusieron una “guarapeta” marca llorarás, supongo que fue con dinero de cada uno de ellos y ellas, el salón sé que no les costó un peso pues el festejado es compadre del propietario del lugar, las camionetas del año, zapatos, ropita linda, whiskies y demás cuestan, obvio, y eso mismo no les permitió dejarles en agradecimiento ni un céntimo a los trabajadores que sirvieron su cena y peor aún, el trato déspota y clasista es por lo que más los recuerdan, ¿suponen que votarán de nuevo por Morena en el 24? No, no se confíen, desde esa noche andan bailando, mínimo, diez votos.
Y este lunes la diputada Úrsula creyó que nadie escucharía su hueco discurso, hecho a la carrera, sin sustento, faltándole al respeto a la investidura del gobernador Villarreal Anaya y del Senador Monreal Ávila y del mismo Congreso, triste caso, la 4T casi me pierde…aunque bien pueden decir, que más se ha perdido en la guerra.
Cuánta razón tiene aquello; “Lo que natura no da, Salamanca no lo presta”…pues no, Úrsula es ejemplo de ello.
Es cuánto diputada…
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.