Por Pegaso
Se les enredaron los cables.
En un afán por tratar de influir en la decisión del Tribunal Electoral en la resolución que aún está pendiente sobre el recurso de impugnación que presentó el PAN por los resultados de la elección del 5 de junio, el gobernador Cabeza de Vaca compró espacio en una columna del periódico El Universal para que se publicaran unos cables (documentos oficiales) supuestamente de la DEA norteamericana clasificados como Top Secret, que involucran al gobernador electo de Tamaulipas con un cártel de la droga.
Según la columna de un tal Héctor de Maudeleón, al cual jamás había oído mencionar, a principios de marzo desaparecieron dos elementos de la Marina y un presunto operador financiero del Cártel del Noreste, identificado como Gerardo Teodoro Vázquez Barrera, alias “El Gerry”.
El columnista establece una relación entre el candidato y el Senador de MORENA José Narro Céspedes con dicho operador, por unas fotos donde aparecen los tres personajes, cosa que después desmintió el propio Américo Villarreal Anaya, al asegurar que solo se sentó para tomarse la foto.
En este affaire se involucra al Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien supuestamente había enviado un cable confidencial al Departamento del Tesoro donde señala fuentes de la DEA, diciendo que los dos marinos desaparecidos podrían haber sido comisionados tanto por el operador financiero del cártel como por el senador Narro para transportar dinero obtenido del tráfico de drogas y apoyar con él financieramente las campañas de MORENA en el Estado de México en el 2023.
Más adelante, Maudoleón hace referencia a otro documento que supuestamente probaría operaciones financieras a favor de personajes de MORENA.
Lo curioso de todo esto fue que el propio Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, desmintió que dichos cables o documentos sean de su gobierno.
Precisamente, ayer al mediodía, el periodista René Martínez Bravo hacía una serie de comentarios para su portal de Internet Noticias de Río Grande (NRG), donde mencionaba que en toda su carrera periodística jamás se había visto que un gobernador saliente se aferrara tanto al poder como en este caso lo hace Cabeza de Vaca.
Alguien que tiene todo que perder, no tiene otra opción más que pelear con uñas y dientes, pero como dice el viejo y conocido refrán: Esas son patadas de ahogado.
No se puede desconocer la voluntad de cientos de miles de ciudadanos que dieron el triunfo al candidato de la alianza “Juntos Hacemos Historia”, Américo Villarreal Anaya.
Quien lo hace, es un mal perdedor.
Recordaba con René cómo, en su momento, Egidio “La Morsa” Torre Cantú, al terminar su mandato, se retiró a San Pedro Garza García a vivir de los millones que se pudo robar en su gobierno y no la hizo de tos al momento de entregar el poder.
Ahora, Cabeza de Vaca quiere que se anulen las elecciones para impulsar a un títere que le permita seguir gobernando tras bambalinas por otros seis, doce o quizás hasta 18 años.
Pienso que el dictamen de la Suprema ya es solo cuestión de trámite y va a ser en el mismo sentido, es decir, desechar el recurso de impugnación del PAN.
Solo faltan diez días para que concluya uno de los sexenios más abyectos y tramposos que ha tenido Tamaulipas.
Diez días y se van.
Porque de que se van, ¡se van! De que se van, ¡se van!
Viene el refrán estilo Pegaso: “Posees mayor toxicidad que el tejido magro del mamífero artiodáctilo denominado Sus scrofa”. (Eres más malo que la carne de puerco).