Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Beyoncé

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Por Pegaso

Beyoncé una famosa cantante de color que ya es más güera que “La Güereja”, pero que parece blanca bronceada.

Beyoncé Giselle Knoules-Carter, nació el 4 de septiembre de 1981, por lo que ya debe tener 43 años encima, pero parece una jovencita de 25. ¿Cómo le hace?

Los que gustan de las teorías de conspiración aseguran que una élite de personajes, tanto del mundo de la política como del espectáculo, utilizan una droga que se extrae de niños que someten a horribles sesiones de tortura para hacerlos sentir terror. Es gracias a esa sensación de miedo extremo que su juvenil cuerpo produce una sustancia llamada adrenocromo, un derivado de la adrenalina.

Beyoncé, por supuesto, forma parte de ese grupo de élite, que ahora está siendo descobijado con el escándalo de Puff Daddy (Papito Pachón, en buen español), donde había orgías, desmadre, drogas, violaciones y mil aberraciones más que hacían recordar, como bien lo dije en una colaboración anterior, la novela del Marqués de Sade llamada “Los 120 Días de Sodoma”.

Puff Daddy, de quien últimamente se dice que es tanto el poder que tiene dentro y fuera de la industria de la música y el espectáculo, que ha logrado hacer pasar un doble por él para que éste se pudra en la cárcel, mientras continúa dándose la vida en algún paraíso tropical.

Puff Daddy, que incluso “enaceitó” a nuestro querido comediante Eugenio Derbez.

El término “enaceitar” se está haciendo popular al conocerse la forma en que Puff Daddy operaba: Hacía una larga lista de invitados, la gran mayoría celebridades, como Will Smith y Leonardo DiCaprio. Después de la media noche, ponía una potente droga llamada Xilacina, oculta en botellas de aceite para bebé, que es un tranquilizante de caballos, para que éstos cayeran redonditos y se dejaran hacer lo que le viniera en gana al cachondo y chimengüenchón rapero.

Como dije, hasta a Eugenio Derbez le arrimó el camarón. Él mismo lo admite en un video que se hizo viral. Después de una pachanga de Puff Daddy a la cual fue invitado, se levantó desorientado y sintiéndose mal, fue al baño y vio que evacuó mucha sangre por el asterisco. Entonces se dio cuenta que algo había pasado y que lo drogaron para que el trastornado negro abusara de él.

Beyoncé, hasta donde avanzan las investigaciones, es una de las principales cómplices de Puff Daddy. Pero arriba de ellos, moviendo el tinglado, meciendo la cuna, está una poderosa pero oculta figura.

¿A que no saben quién es? ¡Tommy Motola! Sí. El esposo de Talía, nuestra Talía.

A mí se me hacía muy raro que la escultural cantante mexicana, intérprete de éxitos como “Amor a la Mexicana” y “Marimar” se fuera a casar con un hombre mucho mayor que ella, más feo que “La Gilbertona”, pero forrado de billetes.

Talía no tenía necesidad de amarrarse a un milloneta, porque ya tenía una carrera consolidada en nuestro país, pero aún así, fue y se ensartó con el tipo. Yo hasta llegué a pensar que era porque la diva mexicana padecía el Complejo de Electra, que es el amor enfermizo que algunas mujeres sienten por sus padres, similar al Complejo de Edipo, donde es el hombre el que siente pasión por su madre.

Pero no, a la luz de los sucesos actuales, vemos que de alguna manera la tiene dominada y forzada a pertenecer a ese círculo de poder.

También se me hacía raro que Talía no envejeciera, al igual que Beyoncé. Ambas conservan la frescura de la juventud y se ven como en la década de los noventa o dos mil, sin una arruga y con una figura envidiable.

Quienes piensan que es el adrenocromo actuando en sus cuerpos y que esa élite se dedica a robar niños para extraerle la sustancia de la eterna juventud, se equivocan. Ellos, con todos sus millones, tienen acceso a tratamientos de última generación, que no dejan de ser también inquietantes, porque son a base de células madre, y las células madre se obtienen de fetos abortados.

Estos y otros datos me hacen pensar en una gran conspiración que va más allá y que tiene como eje central la famosa Agenda 2030 para establecer un nuevo orden mundial.

Y eso que no soy conspiranoico.

Viene el refrán estilo Pegaso:  “Poseo conocimientos de tu persona, díptero”. (Te conozco, mosco).