Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Al Vuelo-Estupidez

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Por Pegaso

(De las redes sociales)

Dietrich Bonhoeffer fué un intelectual alemán que se opuso al nazismo y por eso fue encarcelado.

En la cárcel meditó mucho, tratando de explicarse cómo era posible que sus compatriotas alemanes estuvieran apoyando tan fervorosamente a Hitler y sus políticas irracionales y criminales, siendo el pueblo alemán uno de los más cultos y avanzados de Europa y el mundo, en lo científico, lo tecnológico, lo cultural, etc.

Llegó a una conclusión: el pueblo alemán fue víctima de la estupidez colectiva.

Y entonces Bonhoeffer escribió un ensayo sobre la estupidez que hoy vale la pena recordar.

Según Bonhoeffer, la estupidez no tiene una causa psicológica sino sociológica, es decir, es contagiosa: la estupidez de uno necesita la estupidez del otro.

Es como un hechizo conformado por consignas que se apodera de la gente. Por eso verás gente muy inteligente que en un momento dado se comporta de manera estúpida, porque es una recaída de su personalidad que no tiene nada que ver con sus capacidades mentales, que pueden ser muchas.

Cuando las personas están atravesando un periodo de estupidez, nunca creerán en los argumentos en contra de su estupidez, simplemente los ignorarán.

Son absolutamente impermeables a las advertencias sobre las consecuencias catastróficas que su estupidez puede ocasionarles a él y a los demás estúpidos y siempre se siente orgulloso de si mismo y de su estupidez.

Más aún, muchas veces es peligroso tratar de persuadir a un estúpido con razones, porque se sentirá agredido, se irritará con facilidad e incluso intentará atacar.

Hay momentos en la vida de las sociedades en que, en contra de la estupidez no hay ninguna defensa.

De ahí nacen las dictaduras, así como también el declive de los países.

Con posterioridad a Bonhoeffer, el historiador y economista italiano Carlo Cipolla, siguiendo la misma lógica del alemán, condensó en cinco leyes su teoría de la estupidez.

 

1) Siempre se subestima el número de estúpidos en circulación.

2) La probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de su educación, riqueza, su inteligencia, etc., o sea, se distribuye por igual en todos los segmentos de la población.

3) El estúpido ocasiona daño a otras personas y a sí mismo, sin lograr ningún beneficio.

4) Son impredecibles. Los no estúpidos siempre subestiman el poder dañino de los estúpidos.

5) Los estúpidos son más peligrosos que los bandidos y los malvados. No hay nada más peligroso que un estúpido con poder.

Según Bonhoeffer, solo cuando cae o entra en crisis el gobierno o el régimen social que produce la estupidez colectiva, la gente se puede liberar de ella y del dolor que les empieza a generar la contradicción entre sus pensamientos y sus actos.

Esta columna termina con el refrán estilo Pegaso: “Similares a caninos de zona rural: Produce sonido gutural el primero y lo imitan el resto, a pesar de que desconocen el motivo”. (Como perros de rancho: Ladra uno y ladran todos, aunque ninguno sabe por qué).